Para leer: ‘Los obispos de la Mezquita de Córdoba’, por Miguel Santiago.

‘Los obispos de la Mezquita de Córdoba’, por Miguel Santiago.

Apasionante viaje por la historia de Córdoba, de la Mezquita, de la Catedral y de la influencia de los obispos que han ido sucediéndose. Una obra que “desface” entuertos y mitos, a la vez que te atrapará por su enfoque didáctico, histórico e interdisciplinar. Un interesante trabajo el de nuestro amigo Miguel Santiago, profesor y portavoz de la “Plataforma Mezquita/Catedral, Patrimonio de tod@s” nos empuja a visitar de nuevo el monumento y a reclamar un carácter público que nunca debió perder.

                                                                               Recensión para Utopía de @luigiaguilar

Luis Ángel Aguilar

Como sabemos, la Mezquita-Catedral de Córdoba, monumento arquitectónico más importante del islam occidental, fue inmatriculada por la Iglesia católica por el ridículo precio de 30 €, gracias a una perversa ley franquista que -en 1998- actualizó Aznar.

Con la mirada de un cristiano de base, como así se define el autor,  que recordemos fue Presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A), Miguel publica su segundo libro en solitario, aunque reconoce que no ha estado solo. Y así lo deja claro al agradecer expresamente las inestimables ayudas del teólogo Juan José Tamayo, del profesor de derecho Antonio Manuel Rodríguez,  del profesor e ilustrado Goval, o de la periodista Marta Jiménez.

Con sus casi 300 páginas y editado por Tirant Lo Blanch Humanidades, este libro clama por la recuperación pública del monumento. Un deseo que se hará realidad si se logra transmitir a la sociedad esta demanda, así como si se arranca el compromiso a un Gobierno que, por su ideología laica y progresista, debería avanzar en la devolución de la Mezquita-Catedral, tal y como se comprometió al comienzo de su legislatura, sin que se ha llegado a conseguir. 

Decía Miguel Santiago en Radio Córdoba: “En la ley debería existir el concepto de dominio público para poder devolver a la ciudadanía lo que es suyo” y así debería de ser.

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