LUCHA SANTA

Experiencia religiosa de los curas obreros de la Sierra Sur de Sevilla

Manuel Flores Sánchez

Editorial PPC

 Diamantino, Enrique, Esteban, Miguel, Antonio y Juan. La vida, las luchas y los trabajos de estos curas obreros constituyen una de las experiencias religiosas, sociales, sindicales y políticas más interesantes que ha habido en este país en los últimos cincuenta años. Desde la humildad y el trabajo de base, estos curas jornaleros han logrado, sin pretenderlo, convertirse en un referente para miles de personas. Su experiencia, excelentemente narrada y analizada en este libro, trasciende la coyuntura temporal en la que se ha realizado y adquiere un significado permanente que conviene conocer y asimilar. Hay mucho que aprender de este libro para activar la memoria histórica y construir el presente y el futuro en los ámbitos religiosos, sociales, sindicales y políticos.

Estos curas jornaleros son personas que se dejaron afectar por el sufrimiento creado por el desempleo y la emigración temporera. Las familias jornaleras con las que convivían llevaban la “casa a cuestas” durante gran parte del año. Ellos, como buenos seguidores de Jesús y como antilevitas, no dieron un rodeo ante quienes estaban excluidos de bienes básicos y su­frían diversos tipos de explotación. No pasaron de largo para centrarse en el oficio sacerdotal del templo. Por el contrario, asumieron la condición jornalera, renunciaron explícitamente a formar parte del estamento clerical y se sumergieron en el corazón de las masas jornaleras. Se insertaron en el profetismo sacerdotal evangélico, claramente antitético al de los nuevos fariseos, escribas y sacerdotes que dentro de la Iglesia siguen un viejo orden sacerdotal análogo al del judaísmo.

Ellos no huyeron del sufrimiento de los más pobres. Los curas jornaleros sevillanos participan de la dinámica amorosa de un Dios partisano, no indolente ni imparcial en medio del antagonismo entre clases, castas y estamentos. Utilizando el lenguaje sociológico de Max Weber, podemos afirmar que estos curas jornaleros actualizaron el carisma de Jesús de Nazaret y se enfrentaron a la burocratización eclesiástica del cristianismo, que lo ha degenerado en una mezcla de ritualismo, moralismo y conservadurismo.

La experiencia de estos curas jornaleros constituye una “religiosidad intramundana”, que se opone a la “religiosidad extramundana”. Mientras que la primera une experiencia de Dios y lucha por la transformación social, la segunda es un conjunto de prácticas rituales y devocionales para alcanzar la unión con un Dios impasible ante el sufrimiento humano y buscar la salvación fuera del sufrimiento existente en la sociedad.

Su inserción en las condiciones de vida del proletariado jornalero andaluz reconfigura las formas más tradicionales de la religiosidad heredada y, desde la fidelidad al núcleo evangélico de su fe, alumbra una nueva experiencia religiosa. Esta conexión entre la experiencia del amor de Dios, la imitación de Jesucristo a través de su seguimiento, y la organización social y sindical del proletariado jornalero queda espléndidamente sintetizada en el acertado título del libro: Lucha Santa. Para los curas jornaleros la coherencia evangélica, esto es la santidad, se concreta en la lucha colectiva con sus gentes para dignificar las condiciones de vida de los más pobres, generando el conflicto social requerido para un cambio social que prefigure el Reinado de Dios sobre el Reinado del Dinero. Una lucha que es santa porque contribuye a recrear la tierra y las relaciones sociales a imagen y semejanza del Dios del amor, de la fraternidad y de la igualdad.

No es frecuente en España esta estrecha unión entre experiencia religiosa, espiritualidad, mística y fuertes luchas sociales, políticas y sindicales. El análisis de estas conexiones es precisamente el mérito de este libro escrito por un joven antropólogo, pues a través de su texto ha logrado que esta abundancia de vida sea conocida por los lectores de esta obra.

Rafael Díaz-Salazar

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