Las héroes de nuestro tiempo

Pilar Gómez Olave

(Vicepresidenta de ATSS) 

Sierra Leona ha estado más de 15 años en guerra a causa de la explotación de las minas de diamantes por los países corruptores del Norte que apoyan gobiernos corruptos del Sur para poder obtener lo que desean de esos países. Este es el caso de Sierra Leona como de otros muchos países del Sur a los que con demasiada frecuencia por una parte les damos “ayuda humanitaria” y por otra les vendemos armamento.

«Kadijatu, hija de un rico comerciante de Sierra Leona, se casó y se fue a vivir a Inglaterra para terminar sus estudios de filología inglesa. No le gustó el trato recibido de los ingleses y decidió terminar los estudios en España. Esto sucedía en el año 1984.53 pg 8

Tuvieron una niña en Madrid. En los tres días de hospitalización su marido no fue a verla; tampoco fue a recogerla. Al llegar a casa observó que no estaba su cartilla de familia ni la maleta, y tampoco había dinero alguno. Como sus pechos no daban leche, alimentó durante tres días a su hija con leche normal, calentándola en el cuenco de su mano. Así llegó a Mundo Amigo ONG para extranjeros.

Descubrió en este momento que su marido andaba metido en política. Al mes de una intensa búsqueda supo que en el golpe de Estado que intentaron dar en Sierra Leona le habían asesinado.

A partir de este momento comenzaron las amenazas de muerte por teléfono para ella y su familia restante en Sierra Leona. La Asociación de Mundo Amigo le proporcionó ayuda económica a ella y su hija para sobrevivir. Y, lo más importante en ese momento, se le proporcionó apoyo psicológico.

53 pg 9Se sentía como “oveja en corral ajeno” en España. Su vida aquí no tenía sentido; sólo deseaba volver a los suyos, a su gente, saber qué había sucedido al resto de la familia; al parecer estaban todos desaparecidos y España no tenia Embajada en Sierra Leona.

Para sobrevivir vendía en los mercadillos de los pueblos con otros compatriotas; después de cinco años de vivir así le avisaron que su hija estaba camino de Sierra Leona. (Un político vino a España e hizo una redada de niños y se los llevó al objeto de que las mujeres que habían quedado viudas por los sucesivos golpes que habían intentado dar durante cinco años volviesen al país).

Kadijatu tomó el primer avión sin pensar en las consecuencias y fue en busca de su hija.

Una vez en el país se dedicó a buscar a sus familiares, dejando a su hija segura con una familia. Esta búsqueda la llevó al país limítrofe Guinea Conakry  (también en guerra), donde se encontró con que habían asesinado a los hombres de la familia directa (el padre y tres hermanos) y a las mujeres las tenían prisioneras. A ella también la detuvieron, pero una buena mujer prostituta le ayudó a salir dándole una dosis de veneno pequeña, por lo que la llevaron a un hospital y de allá se escapó. Atravesando África llegó a España de nuevo. Intentamos que se le reconociese el estatuto de refugiada, lo que no se consiguió a pesar de las pruebas que se aportaron  (la Asociación la llevo al Hospital para detectar los daños físicos y psíquicos que había sufrido en los cuatro días que permaneció en la prisión).53 pg 10a

Después de un año de estancia en España, volvió a su país en busca de lo único que le quedaba, que era su hija, y, además,  con la convicción de que ella quería ayudar a su gente como ella había sido ayudada, sin preguntar por la religión o la etnia a la que pertenecían; para ello reclamó las tierras que le pertenecían de sus familiares muertos y las puso al servicio de las viudas y sus hijos. Hizo un proyecto para la siembra de arroz y venta de verduras que se presentó a Manos Unidas y fue subvencionado. De este proyecto se beneficiaron 100 mujeres con una media de 7 hijos. Pronto la “malaria” se hizo sentir y murieron cuatro mamás por lo que quedaron 14 niños huérfanos, a los que Kadijatu adoptó, con el compromiso por parte de un grupo de la Parroquia Santo Tomás de enviarle ayuda para su mantenimiento y educación. Dichos niños hoy están en la Universidad y ayudan a su madre adoptiva y a otros niños pequeños a salir adelante.

En los peores momentos de la guerra, después que la guerrilla mató a tres mujeres en la finca agrícola y la sembraron de minas, tuvieron que refugiarse en la capital Freetown.

Como es sabido, en estos momentos de la guerra los guerrilleros pasaban por las aldeas y pueblos matando y, lo que era más cruel, practicando amputaciones de los miembros a las personas que dejaban con vida, por lo cual la gente se refugiaba en la capital, donde había ejército. De esta forma pasó Freetown de tener un millón de habitantes a tres millones de los siete que poseía el País. Como es obvio, se carecía de todo en la ciudad, incluso de jabón para la higiene.

Kadijatu a partir de este momento se propuso dos objetivos en su organización: la alimentación, es decir sobrevivir, y recoger a los niños en centros para que no se los llevasen a la guerra. El proyecto de los niños (para unos 500) fue subvencionado por una organización de viudas de España.

La Asociación Mundo Amigo, hoy Trabajadores Sociales Solidarios, subvencionó el otro proyecto de 6 maquinas para hacer jabón en la capital y comercializarlo, con lo que podían sobrevivir en la ciudad las mujeres y los niños.

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Afortunadamente, parece que la guerra ha terminado -no las necesidades que de ella se derivan.  Y queda la secuela de medio millón de personas mutiladas físicamente y  en particular el problema psíquico de los niños de la guerra repudiados por la sociedad y por  sus mismas familias.

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