DESOBEDIENCIA CIVIL Y OBJECIÓN FISCAL

Dimas Gutiérrez  Miembro de Ahimsa

 Cuando se me animó a escribir un artículo sobre la OBJECIÓN FISCAL para la revista UTOPÍA la verdad es que me alegré de que se me presentara esta ocasión de dirigirme a cristianos de base, ya que me he preguntado muchas veces, como creyente en Jesús de Nazaret, gran desobediente civil y religioso, cómo era posible que tant@s cristian@s, seguidores de ese gran pacifista, no se animaran a dar testimonio con su desobediencia en algo tan sencillo como hacer objeción fiscal. Pienso que a veces es por no tener demasiado claro en qué consiste y ya me gustaría poder contribuir con este escrito a aclararlo para con ello conseguir aumentar el número de desobedientes porque “ni un hombre, ni una mujer, ni un céntimo para la guerra”.

Hace ya unos años, bastantes, cuando aún existía la “mili”, se planteó la necesidad de luchar en favor de la Paz paralelamente a la lucha que llevaban los Objetores de Conciencia. Es en ese momento cuando surge el movimiento que se niega a contribuir a la financiación de los ejércitos, es decir el movimiento de Objeción Fiscal. A partir de esos instantes aparecen grupos pacifistas que difunden esta forma de desobediencia civil entre todos/as aquellos/as que no querían financiar con sus impuestos el gasto militar.

“En la actualidad, cada año el Ministerio de Hacienda anima a los ciudadanos a cumplir con su deber de pagar los impuestos para el progreso y el desarrollo del país”. Así comenzaba en 1982 el primer cuadernillo editado por la entonces Asamblea Andaluza de Noviolencia, explicando y difundiendo la Objeción Fiscal al Gasto Militar. Desde aquel momento han pasado 30 años, y el militarismo sigue creciendo. Se desplomó el muro de Berlín, desapareció la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia, desapareció el peligro de la guerra fría que aparentemente era el justificante de la entonces carrera militarista. Occidente se queda sin enemigos potenciales que justifiquen y hagan creíble la carrera de armamentos.

Las leyes y normativas injustas pueden existir tanto en los gobiernos ilegítimos como legítimos. Si, frente a los gobiernos ilegítimos, injustos o corrompidos, podemos emplear formas de resistencia o intentar un cambio social o revolución, frente a los gobiernos legítimos o democráticos el único recurso legítimo es la desobediencia civil. Desobediencia civil es distinta de infracción o transgresión de las leyes. Podemos definir la desobediencia civil, en palabras de García Gotarelo, como “un acto de quebrantamiento público de la norma por razones de conciencia y por medios pacíficos, con aceptación voluntaria de las sanciones que dicho quebrantamiento lleve”.

Una expresión o forma de desobediencia civil es la Objeción Fiscal a los gastos militares, siendo ésta la disposición a no colaborar con el Estado en los gastos de preparación, investigación y mantenimiento de las guerras y del ejército. Es un acto de desobediencia civil activa en el momento de hacer la declaración de la renta. Consiste técnicamente en desviar una parte de nuestros impuestos, deduciéndolos en la declaración y apoyando con ellos a un proyecto alternativo que favorezca el progreso social y solidario, bien en nuestro país o en cualquier otro lugar.

La Objeción Fiscal es una opción moral y ética, colectiva, y la pueden hacer todas aquellas personas que tengan que hacer la declaración de la renta y que:

                Entiendan que la mejor forma de resolver los conflictos entre los pueblos es el diálogo, la amistad, la cooperación y la solidaridad.

                Crean que el único camino para conseguir un mundo en paz y sin violencia es favoreciendo el desarme, la igualdad y la justicia.

                Se sientan ofendidas por la forma en que se utilizan sus impuestos, ya que mientras miles de millones de euros se despilfarran en lo militar, la pobreza y la desigualdad aumentan día a día tanto en los países del llamado Tercer Mundo como en nuestros pueblos y ciudades.

Por todo ello, proponemos al Estado la progresiva reducción de los gastos militares hasta llegar a su total anulación y, en consecuencia, la desaparición de los ejércitos y de todo el entorno militar industrial. Y a las personas que tienen que hacer declaración de la renta, les sugerimos la no colaboración con el gasto militar del Estado haciendo Objeción Fiscal al Gasto militar.

Son muchas las motivaciones que nos inducen a la Objeción Fiscal al gasto militar, algunas pueden ser las siguientes:

                Porque estamos en contra de la guerra, la violencia y el terrorismo.

                Porque entendemos que apoyando los gastos militares estaremos apoyando la violencia de los ejércitos.

                Porque apoyando los gastos militares estaremos apoyando la investigación y fabricación de armamentos más mortíferos y destructores.

                Porque si apoyamos la investigación y fabricación de armamento, estaremos apoyando la exportación del mismo, y por tanto estaremos incitando a que se originen guerras y conflictos en otros países.

                Porque apoyando con nuestros impuestos al ejército estaremos favoreciendo que nuestro país intervenga en guerras, invada otros países y se alíe con estados que practican el terrorismo de Estado como es Estados Unidos.

                Porque apoyando los gastos militares estaremos desviando unos recursos preciosos que invertidos en Educación, Sanidad, Infraestructuras, Viviendas, Servicios Sociales, etc., harían que la sociedad española tuviera una calidad de vida mucho más sana.

                Porque al no apoyar los gastos militares podríamos contribuir al desarrollo y al bienestar de los países empobrecidos o al fomento de la investigación de medios para prevenir conflictos como técnicas de mediación, medidas de confianza… Opciones que actualmente apenas reciben apoyo institucional.

POR TODO ELLO Y POR MUCHO MÁS HAY QUE HACER OBJECIÓN FISCAL

Para hacer objeción fiscal, lo primero es rellenar el impreso de la renta de manera normal, y cuando llegues al apartado RETENCIONES Y DEMÁS PAGOS A CUENTA, en cualquiera de las casillas vacías, introduce tu objeción fiscal, que puede ser porcentual o mediante el sistema de cuota fija. Si eliges la fórmula fija, algo más sencilla y testimonial (el año pasado fue de 80€) la colocas en una de esas casillas vacías y sigues rellenando el impreso de la renta de manera normal.

La cantidad deducida como objeción fiscal has de ingresarla en la cuenta del proyecto que elijas como alternativo al gasto militar. Rellena la carta dirigida al Delegado de Hacienda (te facilitamos el modelo), indicando lo que haces y por qué lo haces, y así mismo exigiendo que el impreso de declaración de la renta contemple la posibilidad de hacer la objeción fiscal al gasto militar. Fotocopia la carta y guarda el recibo de ingreso. Cuando vayas a entregar la declaración solicita que te sellen la fotocopia (ésta la conservas como justificante). Incluye los originales en el sobre junto a los impresos oficiales.

Por último rellena la encuesta de objetor fiscal y envíala al grupo de objeción más cercano. La encuesta es algo importante para estar comunicados y saber cuántos somos, el dinero que desviamos y el dinero que le reclamamos a Hacienda.

Si aún tienes dudas, o quieres contactar con nosotros, puedes hacerlo a través de nuestra página web: ahimsav.com. Y ya sabes: ni un hombre, ni una mujer, ni un céntimo para la guerra.


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