ABAJO Y A LA IZQUIERDA: OKUPACIÓN

Fali Doblas

Fali o Rafael Doblas es un joven convencido del movimiento okupa, con larga trayectoria en los movimientos sociales y actualmente miembro activo del colectivo que defiende el uso público de los Baños del Carmen, un lugar emblemático de Málaga, donde los especuladores plantean destruir su entorno natural y construir un puerto deportivo.

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      A la hora de intentar mapear esta sociedad capitalista los que tenemos resistencia y esperanza encontramos, en casi todas las ciudades, pueblos y campos, lugares ocupados. Y ¿por qué ocupamos o encontramos sitios ocupados?, ¿qué es esto de la okupación?

       Por un lado,  creo que la okupación siempre ha sido un método de lucha,
así como lo ha sido la huelga, el boicot, la acción directa, etc… Cualquier
movimiento de protesta. Y creo que esto ocurre a nivel mundial. Se ocupan lugares para llamar la atención, presionar, etc… Estudiantes, ecologistas, obrer@s, feministas. Todo el mundo, cuando lucha,  se mete en los sitios que se le niegan, pero que sabemos que en realidad son de tod@s. Pero  es más, cuando la correlación de fuerzas lo permite nos quedamos y eso son, quiza, las revoluciones, esa especie de okupación generalizada.

 

     En este sentido, mucha gente de izquierdas, que ve la okupación desde fuera como algo ajeno, si presta atención o hace memoria se da cuenta de que esto de ocupar es una cosa común en cualquier conflicto o reivindicación; quien más, quien menos ha ocupado, aunque sea su uni, su empresa o las calles, aunque sea por una noche o un rato de reivindicación.

    Esta práctica y deseo de ocupar lo que a l@s de abajo nos parece oportuno se inscribe en la rica tradición de los Ateneos Libertarios, Casas del Pueblo, Centros Comunales, etc., antecedentes de los que algun@s  llaman “movimiento de okupación”.  Hoy, con una versión distinta, pero también muy valiosa, radical y juvenil, la de meterse a vivir en casas abandonadas o construir centros sociales en lugares también abandonados por los especuladores del momento.

     Quiero decir y proponer que no me parece lo más adecuado llamar o llamarnos okupas a los que nos da por montar Centros Sociales Ocupados. Y ¿por qué propongo este cambio de lenguaje y mentalidad? Porque considero útil y bueno que cada vez más sectores entendamos la ocupación como una práctica política radical, abierta y no como propio de una tribu urbana. Porque  okupar o ir a un Centro o casa okupada ya no es cosa de punky, ni joven siquiera, es tener ganas de participar en organizaciones, redes, ámbitos de autogestión, apoyo mutuo, cultura alternativa, etc. En fin, intentar que cunda el asociacionismo y la sana conspiración para combatir este falso sistema de bienestar en el que nos tienen pres@s. Intentar,  al fin de cuentas, trasformar esta sociedad.

     Tratándose además de UTOPÍA, una revista de cristian@s de base me parece bueno recordar, por mucho que suene a topicazo, que un tal Jesús nació en un lugar okupado por sus padres y que fue pobre y no tenía donde reclinar su cabeza.

     Así que, si estás abajo y a  la izquierda,  únete a la gente que tenemos una intención revolucionaria e intentamos ponerla en práctica. Es decir, si estás abajo y a la izquierda ¡OCUPA!

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