¿Cómo vivir la fe desde una institución que rechaza nuestro amor: el de dos mujeres?

 Cris y Nuria

Desde un prisma institucional, la Iglesia Católica Romana y otras iglesias cristianas fundamentalmente evangélicas no sólo siguen negando la realidad homosexual dentro de sus estructuras – y también de otras muchas realidades – sino que la “demoniza”. ¡Ésta iglesia excluyente y perseguidora no es la Iglesia en la que nos educamos y crecimos! ¡Y nosotras tampoco somos las mismas!69pg7

 Nuestro compromiso de fe ha sido intenso a lo largo de nuestra vida, tanto a nivel formativo-teológico como en colaboraciones con proyectos socioeducativos con colectivos desfavorecidos. Esa fe comprometida con la realidad social más vulnerable fue la que nos posibilitó conocernos. De ahí fue surgiendo el amor y, a la vez, innumerables dudas: ¿qué nos está pasando? ¿cómo podemos vivir este amor desde ésta nuestra institución que niega la posibilidad de la vivencia del amor homosexual en pareja? ¿dónde podemos encontrar a otras personas de referencia que nos ayuden a vivir nuestro amor de pareja como cristianas?… Muchas eran las preguntas, las respuestas… las hemos ido construyendo con los años y desde la propia vivencia de las situaciones que nos fueron produciendo mucho dolor; pero que, a la vez, reforzó la idea de seguir haciendo camino juntas buscando la felicidad personal y de pareja.

 Como personas formadas en el Magisterio de la Iglesia, a través de las escrituras y de la tradición de la Iglesia, hemos tenido conflictos por vivir nuestro amor y hemos seguido a la conciencia personal. Como consecuencia, hemos optado por separarnos de la estructura eclesial-institucional y compartir con aquellas personas y grupos que nos acogen y quieren como matrimonio civil que quiere vivir desde los valores del Evangelio y construir un proyecto de vida como pareja. Un proyecto que quiere continuar con una vida de familia, así próximamente iniciaremos el proceso biológico de ser madres: una será madre genética y otra gestante. El dictamen de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida avala la donación de óvulos en parejas de lesbianas; por lo que, ello nos posibilitará esta opción de familia que nos hace aún más corresponsables en la maternidad: una realidad querida y deseada, conscientes de la dificultad social (como en otras muchas) y apoyadas por las personas que nos quieren y por la ley.

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 Esta Jerarquía y algunos grupos eclesiales quieren mantener como absoluta y única la idea de la familia tradicional, y fuera de ese concepto para ellos/as no existe nada. Sin embargo, otras realidades heterosexuales y monoparentales, y también muchas parejas homosexuales de gays y lesbianas están viviendo desde hace mucho tiempo la maternidad o la paternidad, solas/os o en pareja. Si lo más importante en una vida de familia es el amor y una buena educación, que no os quede ninguna duda que nuestro hijo o hija será muy amado/a, y que tendrá muchas referencias plurales y diversas para ser lo que él o ella quiera ser de mayor, y esperamos que quiera ser una buena persona, con valores que favorezcan el encuentro y la acogida de todo lo diferente “amando incluso a nuestros enemigos”. Éste es el mayor de los argumentos que nuestra familia puede aportar, el AMOR, un amor educativo y cooperativo.

Como hijas y como futuras madres os animamos a vosotras y a vosotros: que sois padres, madres, hijos, hijas, que os acojáis con lo que sois y que acojáis a las demás personas desde lo que son, no con lo que queréis o quieran que sean. Lo que más nos ayudó, como personas y como creyentes fue el apoyo de nuestras familias, de nuestros amigos y amigas, de nuestro grupo; y, sin duda, lo que menos fue el desprecio, la exclusión y los argumentos científicos-teológicos de algunos grupos de presión fundamentalistas que no aceptan la diversidad.

 Os deseamos y nos deseamos que vivamos lo que somos y acojamos lo diferente como experiencias enriquecedoras que nos posibilitan crecer como personas, grupos, comunidades y sociedades, y que nos hacen salir de nuestros propios fantasmas y miedos internos personales e institucionales. La vida ya tiene demasiados problemas, allanémonos los caminos, favorezcamos la comunicación y el encuentro con otros/as a lo largo de nuestras vidas.

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